martes, 7 de enero de 2014


11. RESUMEN Y REFLESIÓN ACERCA DE LAS POSICIONES ACERCA DE LA CULTURA VISUAL.

Para elaborar esta perspectiva, la autora ha partido de trabajos anteriores en torno a la comprensión de la cultura visual.

Ha establecido esta vinculación, en primer lugar por planteamientos teóricos y metodológicos de la Educación Crítica de los Medios de Comunicación Popular (ECMCP); en segundo lugar porque pueden incluirse los diferentes tipos de representaciones; Y en tercer lugar porque el planteamiento pedagógico, de estos autores resulta próximo a la comprensión critica de la cultura visual.

De manera especial le interesa la ECMCP, que es el paralelismo que el autor encuentra, desde un enfoque socioconstruccionista, que se le otorga al papel de los medios y la cultura popular como portadores y mediadores de discursos.

Que la cultura visual sea critica y performativa, en la educación de las artes visuales, significa:

- Tratar de desvelar las prácticas y estrategias discursivas vinculadas a la manifestaciones de la cultura visual

- Desplegar una posición donde se da cuerpo a una idea, que se entrecruzan “espacios físicos, geográficos, mentales, culturales, sociales,…” que rompen las nociones tradicionales.

Estos enunciados les plantean la necesidad de identificar diferentes posiciones de los docentes u otros profesionales que tienen un papel activo en la cultura visual.

A continuación el autor ha adaptado las cuatro perspectivas de la enseñanza, de Alvermann Moon Hagood (1999), a los educadores que forman parte de la cultura visual.

1. Perspectiva Proselitista. Consideran las manifestaciones de la cultura Visual como una influencia negativa para los niños, niñas y jóvenes, debido a que sus mensajes favorecen la violencia, el materialismo, consumismo y una vida de relaciones insana y vacía.

Esta posición sugiere que cuanto más expuesta esta una persona joven a los mensajes de los medios y la cultura visual, mayor es la probabilidad de que los individuos adopten actitudes y creencias que ven en estos medios. Considera a los jóvenes como seres

 

 

pasivos, indefensos y sin capacidad de acción ante las representaciones y prácticas de la cultura visual.

Afrontar los objetos de la cultura visual desde una perspectiva tan temerosa limita las posiciones de aprender tanto del profesorado como los estudiantes.

 

2. Perspectiva Analítica. Valora la importancia de la cultura visual de los estudiantes y lleva ejemplos en el aula como examinar textos de la cultura visual.

Esta perspectiva suele utilizarse cuando los docentes tienen claro que los alumnos son consumidores de la cultura visual; Si es así, los docentes asumen el papel de guía.

Los educadores tratan de que los estudiantes aprender cómo analizar críticamente los objetos, imágenes o producciones de la cultura visual, de manera que se conviertan en el “espectador ideal”.

Cuando se adopta este enfoque las representaciones de cultura visual son consideradas como objetos de análisis y queda descartado los placeres que los estudiantes asocian con estas manifestaciones. Gran parte de la educación en valores está relacionada con la cultura visual y se podría inscribir en esta perspectiva.

3. Perspectiva de la satisfacción. Los educadores ponen el énfasis en los placeres que la cultura visual proporciona a los estudiantes. Cuando se exploran las manifestaciones de la cultura visual, en este enfoque, los docentes prestan atención a las posiciones de los estudiantes y no tratan de forzarles analizar y criticar lo que les gusta.

Esta acción de los docentes, de no animar a los estudiantes a realizar un análisis crítico de las representaciones de la cultura visual puede acabar validando los placeres de los estudiantes pero sin ayudarles a construir o mejorar su crítica de los mismos; además no podrán establecer una base sobre la cual construir una perspectiva educativa para comprender con criterio, frente a cuestiones morales, sociales y éticas.

4. Perspectiva autoreflexiva. Trata de enfocar los temas de análisis, satisfacción y posicionamiento y audiencia de tal manera que favorezca el debate y la adquisición de criterios entre los aprendices. Utilizando una perspectiva de agregación, los educadores reconocen la cultura popular, como una parte real e influyente en la vida de los estudiantes.

Llevar la cultura visual de los estudiantes al aula puede constituir una intromisión en su vida personal, en la medida en que, con ello, se les impide tener espacios de privacidad o de resistencia y que quede bajo control de la Escuela.

Según el autor, para asumir el enfoque de una comprensión critica y performativa de la cultura visual, hay que poner en práctica una serie de cuestiones:

a) Las experiencias que los estudiantes llevan al entorno del aprendizaje en relación con las manifestaciones de la cultura visual no son para pedagogizarlas, sino para ponerlas con problemas de investigación.

b) La satisfacción que la cultura visual tiene y les produce en sus vidas es un aspecto para no ser recriminado o reprimido, sino utilizado para la indagación sobre el papel que juega en la construcción de sus subjetividades.

c) Las múltiples interpretaciones que los estudiantes pueden producir en la relación con la cultura visual, no significa consagrar que “todo vale” y que cualquier cosas que sea dicha o representada es motivo de celebración.

d) Se trata de que aprendan a fundamentar sus interpretaciones, para que den apoyo al análisis crítico de la cultura visual, de manera que les permita relacionarse con las manifestaciones visuales desde posiciones que les posibiliten asumir nuevos retos, desafíos y relaciones.

 

Después de un resumen sobre este texto sobre las diferentes posiciones de la cultura visual. A la hora de analizar y reflexionar sobre las diferentes posiciones, desde mi punto de vista, no me posiciona íntegramente en ninguna de ellas. Ya que creo que cada una tiene algo positivo y a la vez algo negativo e incluso alguna de ellas es algo extremista.

La primera perspectiva, la proselitista, considero que es algo extremista, porque la cultura visual no es todo negativo y cuanto antes empieces a analizar, investigar y explorar, crearás un punto de vista crítico y seleccionaras lo negativo y lo positivo.

No debemos dejar que los estudiantes se vuelvan pasivos, ya que con el tiempo se verán influenciados por aquellas personas que expresan su punto de vista crítico de las representaciones de la cultura visual.

Además limita mucho las posibilidades del docente a la hora de trabajar con objetos, imágenes o representaciones de la cultura visual.

Esta perspectiva no la veo muy adecuada, aunque siempre hay que tener cierto cuidado con los aspectos negativos, pero no tan extremista de no mostrar nada.

La segunda perspectiva, la analítica, es muy positiva ya que permite trabajar con elementos de la cultura visual, donde los estudiantes puedan analizar críticamente. Además se pueden trabajar parte de la educación en valores. El docente puede realizar múltiples de trabajos para que los estudiantes saquen sus propias conclusiones.

Esta perspectiva es muy positiva, pero siempre sin llegar al extremo y con cierta precaución sobre los objetos o representaciones de la cultura visual.

Respecto a la tercera perspectiva, de la satisfacción. Desde mi punto de vista es una perspectiva pasiva ya que no fuerzan a los estudiantes a crear un análisis crítico, solo ofrecen el placer de disfrutar con las manifestaciones de la cultura visual.

Por un lado está bien disfrutar de lo que te guste, pero también debes analizarlo y crear tu punto de vista.

Por ello, con esta perspectiva los estudiantes no desarrollan actitudes críticas frente a las cosas, en este caso frente a las manifestaciones de la cultura visual y todo es debido a que los educadores no les incitan a ello.

Finalmente la última perspectiva, autoreflexiva, es una perspectiva donde enseñan a en los alumnos el debate y la adquisición de criterios de temas de análisis, satisfacción y posicionamiento sobre la cultura visual. Estoy es muy positivo, saber debatir o posicionarse, para ello, el docente, que no debe posicionarse, debe enseñar unas serie de pautas y consideraciones.

Además esta perspectiva es más personal donde dice que no es bueno mezclar las cosas privadas con la escuela.

Como resultado de las diferentes posiciones frente a la cultura visual, crearía una perspectiva, eligiendo principalmente la perspectiva analítica, donde los estudiantes aprenden cómo analizar críticamente elementos de la cultura visual, pero siempre con unos límites puestos por el docente o educador (perspectiva proselitista) para que no influya negativamente a los jóvenes. También se favorecerá en los alumnos el debate y la adquisición de criterios de temas de análisis, satisfacción y posicionamiento (perspectiva autoreflexiva). Además en esta nueva perspectiva se les satisfará a los estudiante poniéndoles lo que les gusta (perspectiva de la satisfacción) y sin forzarles pero incitándoles a que aprendan a analizar diferentes objetos o representaciones de la cultura visual.

Mezclando un poco de todas las perspectivas, a mi manera de ver, se crea una perspectiva ideal sobre la cultura visual.

 

 

 

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