11. RESUMEN
Y REFLESIÓN ACERCA DE LAS POSICIONES ACERCA DE LA CULTURA VISUAL.
Para elaborar esta
perspectiva, la autora ha partido de trabajos anteriores en torno a la
comprensión de la cultura visual.
Ha establecido esta
vinculación, en primer lugar por planteamientos teóricos y metodológicos de la
Educación Crítica de los Medios de Comunicación Popular (ECMCP); en segundo
lugar porque pueden incluirse los diferentes tipos de representaciones; Y en tercer
lugar porque el planteamiento pedagógico, de estos autores resulta próximo a la
comprensión critica de la cultura visual.
De manera especial le
interesa la ECMCP, que es el paralelismo que el autor encuentra, desde un
enfoque socioconstruccionista, que se le otorga al papel de los medios y la
cultura popular como portadores y mediadores de discursos.
Que la cultura visual
sea critica y performativa, en la educación de las artes visuales, significa:
- Tratar de desvelar
las prácticas y estrategias discursivas vinculadas a la manifestaciones de la
cultura visual
- Desplegar una
posición donde se da cuerpo a una idea, que se entrecruzan “espacios físicos,
geográficos, mentales, culturales, sociales,…” que rompen las nociones
tradicionales.
Estos enunciados les
plantean la necesidad de identificar diferentes posiciones de los docentes u
otros profesionales que tienen un papel activo en la cultura visual.
A continuación el autor
ha adaptado las cuatro perspectivas de la enseñanza, de Alvermann Moon Hagood
(1999), a los educadores que forman parte de la cultura visual.
1. Perspectiva
Proselitista. Consideran las manifestaciones de la
cultura Visual como una influencia negativa para los niños, niñas y jóvenes,
debido a que sus mensajes favorecen la violencia, el materialismo, consumismo y
una vida de relaciones insana y vacía.
Esta posición sugiere
que cuanto más expuesta esta una persona joven a los mensajes de los medios y
la cultura visual, mayor es la probabilidad de que los individuos adopten
actitudes y creencias que ven en estos medios. Considera a los jóvenes como
seres
pasivos, indefensos y
sin capacidad de acción ante las representaciones y prácticas de la cultura
visual.
Afrontar los objetos de
la cultura visual desde una perspectiva tan temerosa limita las posiciones de
aprender tanto del profesorado como los estudiantes.
2. Perspectiva
Analítica. Valora la importancia de la cultura
visual de los estudiantes y lleva ejemplos en el aula como examinar textos de
la cultura visual.
Esta perspectiva suele
utilizarse cuando los docentes tienen claro que los alumnos son consumidores de
la cultura visual; Si es así, los docentes asumen el papel de guía.
Los educadores tratan
de que los estudiantes aprender cómo analizar críticamente los objetos, imágenes
o producciones de la cultura visual, de manera que se conviertan en el
“espectador ideal”.
Cuando se adopta este
enfoque las representaciones de cultura visual son consideradas como objetos de
análisis y queda descartado los placeres que los estudiantes asocian con estas
manifestaciones. Gran parte de la educación en valores está relacionada con la
cultura visual y se podría inscribir en esta perspectiva.
3. Perspectiva de la
satisfacción. Los educadores ponen el énfasis en los
placeres que la cultura visual proporciona a los estudiantes. Cuando se
exploran las manifestaciones de la cultura visual, en este enfoque, los
docentes prestan atención a las posiciones de los estudiantes y no tratan de
forzarles analizar y criticar lo que les gusta.
Esta acción de los
docentes, de no animar a los estudiantes a realizar un análisis crítico de las
representaciones de la cultura visual puede acabar validando los placeres de
los estudiantes pero sin ayudarles a construir o mejorar su crítica de los
mismos; además no podrán establecer una base sobre la cual construir una
perspectiva educativa para comprender con criterio, frente a cuestiones
morales, sociales y éticas.
4. Perspectiva autoreflexiva.
Trata de enfocar los temas de análisis, satisfacción y posicionamiento y
audiencia de tal manera que favorezca el debate y la adquisición de criterios
entre los aprendices. Utilizando una perspectiva de agregación, los educadores
reconocen la cultura popular, como una parte real e influyente en la vida de
los estudiantes.
Llevar la cultura
visual de los estudiantes al aula puede constituir una intromisión en su vida
personal, en la medida en que, con ello, se les impide tener espacios de
privacidad o de resistencia y que quede bajo control de la Escuela.
Según el autor, para asumir el
enfoque de una comprensión critica y performativa de la cultura visual, hay que
poner en práctica una serie de cuestiones:
a) Las experiencias que los
estudiantes llevan al entorno del aprendizaje en relación con las
manifestaciones de la cultura visual no son para pedagogizarlas, sino para
ponerlas con problemas de investigación.
b) La satisfacción que la cultura
visual tiene y les produce en sus vidas es un aspecto para no ser recriminado o
reprimido, sino utilizado para la indagación sobre el papel que juega en la
construcción de sus subjetividades.
c) Las múltiples interpretaciones
que los estudiantes pueden producir en la relación con la cultura visual, no
significa consagrar que “todo vale” y que cualquier cosas que sea dicha o
representada es motivo de celebración.
d) Se trata de que aprendan a
fundamentar sus interpretaciones, para que den apoyo al análisis crítico de la
cultura visual, de manera que les permita relacionarse con las manifestaciones
visuales desde posiciones que les posibiliten asumir nuevos retos, desafíos y
relaciones.
Después
de un resumen sobre este texto sobre las diferentes posiciones de la cultura
visual. A la hora de analizar y reflexionar sobre las diferentes posiciones,
desde mi punto de vista, no me posiciona íntegramente en ninguna de ellas. Ya
que creo que cada una tiene algo positivo y a la vez algo negativo e incluso
alguna de ellas es algo extremista.
La
primera perspectiva, la proselitista, considero que es algo extremista, porque
la cultura visual no es todo negativo y cuanto antes empieces a analizar,
investigar y explorar, crearás un punto de vista crítico y seleccionaras lo
negativo y lo positivo.
No
debemos dejar que los estudiantes se vuelvan pasivos, ya que con el tiempo se
verán influenciados por aquellas personas que expresan su punto de vista
crítico de las representaciones de la cultura visual.
Además
limita mucho las posibilidades del docente a la hora de trabajar con objetos,
imágenes o representaciones de la cultura visual.
Esta
perspectiva no la veo muy adecuada, aunque siempre hay que tener cierto cuidado
con los aspectos negativos, pero no tan extremista de no mostrar nada.
La
segunda perspectiva, la analítica, es muy positiva ya que permite trabajar con
elementos de la cultura visual, donde los estudiantes puedan analizar
críticamente. Además se pueden trabajar parte de la educación en valores. El
docente puede realizar múltiples de trabajos para que los estudiantes saquen
sus propias conclusiones.
Esta
perspectiva es muy positiva, pero siempre sin llegar al extremo y con cierta
precaución sobre los objetos o representaciones de la cultura visual.
Respecto
a la tercera perspectiva, de la satisfacción. Desde mi punto de vista es una
perspectiva pasiva ya que no fuerzan a los estudiantes a crear un análisis
crítico, solo ofrecen el placer de disfrutar con las manifestaciones de la
cultura visual.
Por
un lado está bien disfrutar de lo que te guste, pero también debes analizarlo y
crear tu punto de vista.
Por
ello, con esta perspectiva los estudiantes no desarrollan actitudes críticas
frente a las cosas, en este caso frente a las manifestaciones de la cultura
visual y todo es debido a que los educadores no les incitan a ello.
Finalmente la última perspectiva,
autoreflexiva, es una perspectiva donde enseñan a en los alumnos el debate y la
adquisición de criterios de temas de análisis, satisfacción y posicionamiento
sobre la cultura visual. Estoy es muy positivo, saber debatir o posicionarse,
para ello, el docente, que no debe posicionarse, debe enseñar unas serie de
pautas y consideraciones.
Además
esta perspectiva es más personal donde dice que no es bueno mezclar las cosas
privadas con la escuela.
Como
resultado de las diferentes posiciones frente a la cultura visual, crearía una
perspectiva, eligiendo principalmente la perspectiva analítica, donde los
estudiantes aprenden cómo analizar críticamente elementos de la cultura visual,
pero siempre con unos límites puestos por el docente o educador (perspectiva
proselitista) para que no influya negativamente a los jóvenes. También se
favorecerá en los alumnos el debate y la adquisición de criterios de temas de
análisis, satisfacción y posicionamiento (perspectiva autoreflexiva). Además en
esta nueva perspectiva se les satisfará a los estudiante poniéndoles lo que les
gusta (perspectiva de la satisfacción) y sin forzarles pero incitándoles a que
aprendan a analizar diferentes objetos o representaciones de la cultura visual.
Mezclando
un poco de todas las perspectivas, a mi manera de ver, se crea una perspectiva
ideal sobre la cultura visual.